LLANTAS DE REFACCIÓN Y SUS CUIDADOS.

La llanta de refacción o mejor conocida como “llanta de repuesto”, también necesita de ciertos cuidados, ya que el buen estado de la misma puede salvarte de muchos percances.

Para empezar, debes de saber que muy pocos vehículos cuentan con una llanta de refacción igual a los cuatro originales. La mayoría tienen una llanta de refacción de “uso limitado”, la puedes identificar por su tamaño y construcción ya que son diferentes a la original, por lo tanto, cuando necesites usarla, lo ideal es que vayas a tu estación de servicio más cercana y adquieras una nueva, para evitar accidentes.

Te recomendamos, en primer lugar, identificar qué tipo de llanta de refacción es con la que cuenta tu vehículo, te las enumeramos y explicamos a continuación:

Llanta de refacción igual a la original.

• Necesitan más espacio de almacenamiento en tu auto.
• El rin es diferente, pero la llanta es igual a las demás.

• Poseen las mismas dimensiones que las llantas y rines originales.
• La construcción es más liviana, para reducir el peso a la hora de almacenarlas.
• Son de uso temporal, no puedes usarlas por mucho tiempo.

• Son más pequeñas y angostas que las llantas y rines originales.
• El peso es muy liviando.
• Solo sirven para 80 kilómetros máximo.

¡Sé precavido!

• Verifica la presión de aire por lo menos una vez al mes, o con la frecuencia que revisas las otras llantas.
• Controlar el vehículo con una llanta de repuesto puede ser difícil, no manejes a más de 30 kilómetros por hora, y guarda distancia prudente.
• Revisa el manual para darle un uso correcto.

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